El jueves fue un día lleno de actividades y experiencias
nuevas. Salimos temprano por la mañana rumbo a Luxemburgo utilizando el
transporte público, que además de ser eficiente y cómodo, en este país es
completamente gratuito, lo cual facilitó mucho el viaje para todo el grupo. Nos
recogieron a todos en un punto de encuentro y, una vez en Luxemburgo, tomamos
el metro para dirigirnos al centro de la ciudad.
Una vez allí, comenzamos nuestra visita guiada. Nos dividimos en dos grupos
para hacer el recorrido de forma más organizada.
Durante la visita, uno de los puntos más interesantes que exploramos fueron las
famosas casamatas (una red subterránea de túneles y fortificaciones históricas)
que nos permitieron conocer un poco más sobre el pasado militar de Luxemburgo.
Después de la visita, tuvimos tiempo libre para explorar por nuestra cuenta.
Muchos aprovechamos para dar un paseo por las calles del centro, entrar en
algunas tiendas locales y comprar recuerdos o regalos. Otros decidieron
simplemente relajarse y disfrutar del ambiente tranquilo de la ciudad.
Más tarde, nos dirigimos a un parque natural situado en el centro, un verdadero
paraíso verde lleno de árboles frondosos y con un pequeño río. El lugar era
precioso.
Allí caminamos, tomamos fotos y disfrutamos del paisaje.
Sobre las 16:30 fuimos a nuestras casas. Sin embargo, el día no terminó ahí.
Por la tarde, muchos de nosotros nos volvimos a reunir, esta vez en la casa de
una de las chicas del grupo. Allí pasamos un rato muy agradable, charlando,
riendo y compartiendo nuestras impresiones del día. Y nos invitaron a comer
pizza, lo cual fue todo un acierto después de un día tan completo. Más tarde,
cada uno volvió a su casa, cansado pero feliz por todas las experiencias.
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